Consagración al Padre Eterno

COMO ESCLAVOS DE AMOR DEL CORAZON DEL PADRE MISERICORDIOSO

“ALIANZA DE AMOR ETERNO”

Amado Padre Eterno, con las llamas de Tu Sagrado Corazón, consume nuestras miserias, nuestra indiferencia, purifica lo que está manchado y enciende toda frialdad. Toma nuestro corazón de piedra y danos a cambio uno que espere todo de Ti, que Te adore y ame e inunde a otros con Tu amor.

Queremos sanar Tu corazón de las heridas que nuestros pecados y los del mundo entero te causan a diario. Queremos saciar Tu sed de amor siendo:

Esclavos de Amor de Tu Corazón Paternal.

Corazón misericordioso que diste y das todo por mí, haz que el fuego de Tu amor inunde todo mi corazón y sea uno Contigo.  Confío en Tu infinita misericordia.

Reconozco que eres Todopoderoso y que nada puedo desde mi debilidad, pero todo lo puedo en Ti.

Confío en Tu protección, que caminas junto a mí y que nunca me dejas solo. Confío en Tu promesa de felicidad y vida eterna.

Creo que estas vivo, y que Tu corazón late en fuego eterno de amor por mí.

Corazón Misericordioso del Padre, confío el pasado a Tu Misericordia, el presente a Tu Amor y el futuro a Tu Providencia.

Corazón Paternal de Amor Misericordioso, que me miras con lágrimas de dolor, que te abajas a lo más profundo de esta humanidad para acercarte a mí para que reaccione ante Tu llamado. Quiero darte mi amor para que sea como una gota de agua que apague, por un instante, esa sed infinita de amor que arde como una Hoguera Universal, ahí en lo profundo de Tu Sagrado Corazón.

Oh Corazón Misericordioso del Padre, Fuego Abrasador, Amor del Amor, haz que mis latidos sean Tus latidos, para que así, fundidos, estemos siempre unidos a los corazones de Tu amado Hijo Jesucristo, de Tu Hija predilecta, María Santísima y de San José, Custodio de los Corazones Unidos.

Que veamos que nuestra alma arda quedando toda a Ti consagrada. Amén.

“¿Quién podrá separarnos del amor de Dios? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros, ni la muerte.” Romanos 8: 35-39

Oración para dirigirse al Padre:

SOY ESCLAVO (A) DEL CORAZON PATERNAL DEL PADRE Y FORMO UNA CELULA DE AMOR PARA LA SANTIFICACION DE LAS ALMAS, EN UNION DE LOS CORAZONES UNIDOS DE JESUS, MARIA Y JOSE.